Aurelio Macchi nació en Buenos Aires en 1916, trabaja en el taller de José Fioravanti y se va dos años a París. Hombre cálido, amable, generoso, y gran maestro, ha sido profesor de escultura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en la Universidad Nacional de La Plata. Sus alumnos le tenían gran estima y han aprendido mucho de él. En su casa-taller modelaba en yeso, barro o arcilla obras que luego se fundieron en bronce, aunque también disfrutaba tallar directamente sobre la madera.
Es la figura humana la temática preferida de Aurelio: delicadas maternidades modeladas en barro, robustos cuerpos tallados en la dureza del quebracho o el caldén, expresivos rostros y cuerpos que son inspirados en aquellos estados del alma, en el sentir, pensar y hacer del hombre, en fin, en la vida…
Con humor y sencillez decía que los elementos fundamentales para trabajar son: “las manos y la cabeza, unas para darles forma y la otra para imaginarlas…”. Su última gran exposición fue en el Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires.
Falleció el 1 de julio de 2010, a los 94 años. Aurelio Macchi fue un ejemplo de vigor, pasión y entusiasmo, y el ejemplo de que para ser un gran artista hay que ser una gran persona.
Año: 1979
Técnica: Bronce a la cera perdida
Medidas: 180 x 210 x 40
Otras obras del artista emplazadas en Pinamar: Amalia, Tango y Pareja.