Obras suyas integran las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y Museo Sívori de Buenos Aires, Parque de las Esculturas de Resistencia, Chaco, entre otros.
Fue de un querido tío de quien heredó sus dos grandes pasiones: la escultura y la pesca. Con él iba a pescar a menudo a la Costanera y en su taller de herrería, siendo un niño,
aprendió jugando con herramientas y materiales.
Ingresó luego a la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, y más tarde a la Prilidiano Pueyrredón, donde su vocación se encauzó definitivamente. Entre sus profesores recuerda con cariño a Aurelio Macchi y Leo Vinci. También sumó experiencia como ayudante del “maestro” José Fioravanti y trabajando como aprendiz en una gran marmolería.

“A veces la imagen surge tan nítida que no necesito nada, tan sólo hacerla. Otras, requieren de múltiples cambios, bocetos, o desarmar para cambiar cosas, hasta que todas las partes se juntan y me parece que: ¡ya está!”

Hernán Dompé fue galardonado, entre otros, con el Gran Premio de Honor Escultura en el Salón Nacional de Artes Plásticas (2000), Premio Konex de Platino en Artes Visuales (1992),
y premios en concursos. Trabajador incansable y disciplinado, en el taller que tiene en su casa da forma a sus tótems, cuchillos, barcos y guerreros, que son sus temas predilectos. “A veces la imagen surge tan nítida que no necesito nada, tan sólo hacerla. Otras, requieren de múltiples cambios, bocetos, o desarmar para cambiar cosas, hasta que todas las partes se juntan y me parece que: ¡ya está!”, nos cuenta.
Radicado desde hace años en Capilla del Monte, Córdoba, únicamente deja su rincón mediterráneo para desarrollar su otra pasión, que es la pesca con mosca. Sin duda que
Hernán es un pescador de sueños y un creador inigualable, orgullo del panorama plástico de la Argentina.

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Técnica: Bronce
Medidas: 120 x 230 x 25